miércoles, 6 de enero de 2010

RECREATIVAS : SUPER SPRINT



La entrada de hoy esta dedicada a un juego que invadio los salones recreativos en los años 80 y que se ha convertido, por meritos propios, en una leyenda del mundo de los videojuegos. La estetica de la maquina era (y es) reconocida por todos, su juego era entretenido y adictivo (sobre todo si se juegaba en compañia) y sus mandos (que se habian sustitudo por tres volantes y tres pedales), inconfundibles.
Estamos hablando de una pionera en los juegos de carreras que nos seco los bolsillos (en mas de una ocasion) de aquellas monedas grises de 25 pesetas. Hoy, echamos la vista atras para rendirle homenaje a un clasico de los recreativos de mediados de los 80. Hoy echamos la vista atras para agarrar el volante, pisar a fondo el acelerador y serpentear por las curvas de la memoria. Hoy echamos la vista atras para "jugar" una ultima partida al legendario "Super Sprint".


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-SUPER SPRINT-




Alli estaba, con su imponente estampa, justo en medio, como el padre que preside la mesa y deja claro su estatus sobre quienes le rodean. Y es que alla por el año 1986 "Super Sprint" era el rey indiscutible de cualquier salon recreativo (o "sala de juegos", como soliamos llamarlos). Este juego de coches que soñaba con emular alguna clase de parecido con la Formula 1 era el mayor reto de conduccion a lo que un mocosete de 8 años podia aspirar... ¡y no era poco!.
La mecanica del juego era extremadamente sencilla y, a la vez, muy adictiva. Se escojia el color del coche con el que quisieras competir y comenzaba la diversion, sin mas.



Escojiamos por cual circuito de los ocho disponibles queriamos comenzar y arrancabamos una partida que, en un primer momento, no sabiamos cuando tenia fin. Recuerdo otras recreativas de la epoca con 100.001 pantallas pero teniamos la certeza de que llegaria algun momento del juego (un mostruo final, por ejemplo) en que ya no existirian mas pantallas o mas niveles. Con "Super Sprint" no ocurria lo mismo. Nos poniamos a girar y girar sin control por los distintos circuitos una y otra vez hasta que, cuestion de probabilidad, perdiamos alguna carrera. Fin del juego. Yo a mi casa y todos tan amigos...
¡Ay!... Pero hete aqui que rebuscando informacion por la red he descubierto algo que no sabia y, debo reconocer, ha llegado a sorprenderme... ¡El "Super Sprint" tenia un final! y era la recompensa que correr una carretera definitva en un circuito nuevo llamado "Super Speedway", el problema es que semejante reto solo aguardaba a aquellos jugadores que consiguiesen ganar 85 carreras... Ahi es nada...




La jugabilidad era deliciosa (para los canones de la epoca). Teniamos un volante con el que poder llevar nuestro bolido por el circuito y solo un pedal, el acelerador. ¿El freno? No lo necesitabamos, frenar era cuestion de cobardes. Debo admitir que, jugando de pie, hubiese sido imposible frenar sin pagar tal osadia de otra manera que no fuese estampandose de morros contra el pavimiento de la señora de los recreativos. ¡Que va! No necesitabamos freno, nos conformabamos con levantar un poco del pie del acelerador...
Competiamos contra otros tres bolidos y podiamos jugar hasta con dos amigos -eran las partidas mas entretenidas- y teniamos que ganar una carrera que se dirimia en tres escasas vueltas (eso si, con sus banderas blanca y a cuadros correspondientes).



El coche del ultimo clasifico siempre quedaba, por oscuros motivos, en lamentable estado. A medida que ibamos corriendo, iban apareciendo en la pista pequeñas llaves inglesas de color amarillo que eran muy recomendable recoger de camino (de tal manera que estabamos dispuestos a dar marcha atras para atrapar esa maldita llave que acaba de aparecer justo por detras de nosotros). ¿Por que eran tan importantes estos objetos? Pues porque cuando se acumulaban los sufientes (creo recordar que tres), el juego daba la opcion de ir mejorando las prestaciones del vehiculo: podiamos elegir entre aceleracion, traccion o velocidad. De esta manera tendriamos las mejoras suficientes como para poder competir con garantias en los niveles mas avanzados. Tambien aparecian cartelitos rojos con puntos, aunque estos parecian no interesarnos mucho. Lo importante, eran las llaves.




Y es que, a medida que ibamos avanzando de nivel, se presentaban retos mas complicados. Existian puertas que se abrian y cerraban a su antojo (cuantas veces me estrellaba una y otra vez contra la misma esperando que me dejase pasar), pero a eso se iban añadiendo pequeñas manchas de aceite, o tornados que cruzaban la pista. Todos estos obstaculos hacian que perdiesemos, momentaneamente, el control de nuestro coche, que empezaba a girar sobre si mismo de manera erratica durante unos metros (en ese momento solo te quedaba la tensa espera hasta recuperar el dominio del coche).
Como en cualquier competicion automovilistica que se precie, los accidentes estaban a la orden del dia. Habia toques constantes con otros coches de los que siempre saliamos perdiendo y, si ibas demasiado rapido en una curva y chocabas contra el muro, el coche podia llegar a explotar. No habia problema, en ese caso llegaba un helicptero sobrevolando la pista pero, para nuestra sorpresa, no venia a rescatar a ningun herido, simplemente dejaba caer otra vez el coche en el lugar del siniestro y la carrera continuaba, eso si, con la consiguiente penalizacion de tiempo...



No sabria contabilizar con exaactitud cuanta porcion de tiempo de mi infancia, o cuantas monedas de 25 pesetas, me robo este videojuego. Recorrer sus cirtcuitos era cita obligada de cada una de mis visitas a los recreativos. ¿A quien debiamos -y debemos- esta joya? Pues hablando de los 80, no podia ser a otra compañia que no fuera "Atari", la reina indiscutible en la epoca. Como no podia ser de otra manera, la obsoleta marca de consolas saco la version "Super Sprint" para la version casera. No fue la unica en hacerlo, el juego gozaba de tal popularidad que fue adaptado a casi todos los formatos (sino a todos). Salieron adaptaciones para Amstrad, Commodore, Sprectrum... y ya mas tarde para Nintendo, Playstation y Game Boy. Existio tambien una version (o copia) casi identica del juego que llevaba el nombre de "Championship Sprint" y que tambien, por ser mas de lo mismo, fue muy popular.




Bueno, creo que esto es todo. Me pasaria horas y horas describiendo las sensaciones y los buenos momentos que pase junto con el "Super Sprint", pero no sabria resumirlos en palabras. Espero que os haya gustado el post. En proximo hare lo posible para que sea de cine de los 80, que ya estoy demorando mucho el tema; pero es que hay tantas... no se ni por donde empezar. Hasta la proxima entrada recibid un saludo del Raposu. Espero que los reyes se hayan portado bien con vosotros. Yo, como ultimo regalo, os dejo un video para que veais como era este mitico juego y, mas abajo, un elace a un emulador para que podais jugar al "Super Sprint". Saludos, hasta otra...






PINCHA AQUI si quieres jugar al "Super Sprint"

4 comentarios:

Maniega dijo...

pues no tengo jugao yo a esto...

Erlantz dijo...

bufff menudas hora que he metido yo a esta maquina, era el rey de la sala de juegos se te a olvidado poner que la ultima vuelta la podias dar marcha atras pero da igual, oye por cierto no sabras de donde puedo conseguir esta maquina recreativa porque no la encuentro saludos liruko@homail.com

Unknown dijo...

Gran artículo...

me entra la nostalgia... pero El Super Sprint ha vuelto a la ciudad,

Saludos!

Unknown dijo...

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